Hace miles de años hubo una gran guerra entre demonios justo depues de la primera guerra santa.
Estos demonios se divieron en dos bandos al no poder llegar a un acuerdo , un bando se hacia llamar Irfen y el otro se hacia llamar Zurpa. En ambos el demonio mas fuerte tomo el mando, los cuales en general eran los que se peleaban por el liderazgo del grupo completo, pero en si, todos tenian la misma autoridad para proponer planes de ataque, lo unico que querian en realidad era un territorio donde habitar pero el problema era, quien seria el lider.
La pelea por el liderazgo se prolongo por años, siglos, milenios, habia transcurrido mas tiempo del que se habia estimado, mediante le paso del tiempo, los demonios iban decendiendo en amobos bandos, drasticamente iban perdiendo miembros tanto fuertes como debiles, era una guerra al parecer en esos momentos como interminable, nadie queria ceder a pesar de que ambos lados se iban debilitando lentamente, era el unico territorio libre por lo mismo la gran mayoria habia comenzado a desear el mismo puesto, pero solo uno podria tenerlo.
El campo de batalla se habia convertido en un cementerio, los restos de demonio se podian ver esparcidos por todas partes, en el aire se podia percibir el olor a sangre y putrefaccion, la vegetacion se habia enegrecido debido a la sangre cuagulada sobre ella, toda señal de vida habia desaparecido ademas de los demonios que aun estaban ahi.
Como medida de desesperacion por aun no decidir quien seria el lider supremo ambos clanes quedaron en tener una ultima batalla para de esa forma elegirlo aunque los sobrevivientes fuesen solo dos, el dia de la batalla comenzaron el ataque los del clan Irfen, al ser los mas desesperados no pudieron conterese por no querer perder el tiempo.
Fue una total masacre , mientras peleaban se podia ver las cabezas de los demonios mas debiles salir volando para todas partes, brazos, alas, piernas y demas, eran arrancados de forma despiadada. El Cielo se habia tornado completamente rojo por la sangre de los demonios masacrados en el aire, daba la impresion de que estaba lloviendo sangre.
Despues de varios dias, el numero de demonios combatiendo habia descendido drasticamente a unos cuantos, podria decir que eran menos de veinte. En una de las zonas menos concurridas de batallas, se encontraban dos demonios peleando fevorosamente, usaban sus metodos mas sadicos pero ninguno iba a permitirse morir a manos del otro, el impacto de sus ataques hacia vibrar el suelo a pesar de que no eran muy fuertes.
Debido a las heridas y a lo debil que se encontraba, uno de los demonios cayo al suelo quedando a merced del otro, el cual se acerco lentamente a su victima, levanto el brazo y en su mano aparecio una especie de humo negro con un extraño brillo rojizo, era su oportunidad de eliminar a su contrincante pero despues de unos segundos por algun motivo se retracto y dio dos pasos hacia atras.
Un momento despues cuatro demonios llegaron volando a donde estaban ellos, aterrizaron detras del demonio que aun estaba de pie, al parecer eran aliados.
-Hemos ganado.
El demonio mas bajo de los cuatro exclamo con gran animo, el clan Zurpa habia sido el ganador y el unico sobreviviente por parte de el clan Irfen, era el demonio que estaba tirado en el suelo.
-Solo nos queda este.
Menciono el mas cercano a el que estaba frente al demonio caido.
-Dejalo.
-Que quieres decir Volkiness?
-Que hemos ganado y somos mas que él, ademas no creo que tarde en morir y en el estado en el que se encuentra no representa ninguna amenaza.
El demonio al que llamaron Volkiness dio la orden de irse pero antes de hacerlo definitivamente, aclaro que ya no tenia sentido quedarse en ese sitio por ser tan pocos y sin oportunidad ni posibilidades de replorar. Ordeno que todos tendrian que irse por rumbos diferentes y que si se volvian a encontrar aunque fuese por simple casualidad, por lo menos uno tenia que morir, sin importar que hallan sido parte del mismo clan en esta batalla. Los cuatro demonios detras de Volkiness aceptaron sin decir nada e inmediatamente se fueron volando en diferentes direcciones, el demonio en el suelo intentaba levantarse pero se le dificultaba por lo mal herido que habia quedado.
-¿Por que?
-No te pienso responder eso, pero si te voy a decir que lo que acabo de ordenar a esos cuatro, tambien va para ti, asi que preparate Azkra, por que la proxima que nos encontremos, no volvere a tener compasion por tu vida.
Al terminar de decirlo se fue volando a gran velocidad perdiendose entre las rojas nubes en el cielo dejando a Azkra aun tratando de levantarse.
De ese dia a la fecha no habia vuelto a saber de ninguno de ellos, pero hace tiempo me tope con uno i e mantenido contacto con el, no de manera directa pero podria decirse que me encontro o que yo le encontre, no me recuerda, quiza por todo el tiempo que a pasado desde ese dia me olvido y la verdad asi estoy conforme.
Estos demonios se divieron en dos bandos al no poder llegar a un acuerdo , un bando se hacia llamar Irfen y el otro se hacia llamar Zurpa. En ambos el demonio mas fuerte tomo el mando, los cuales en general eran los que se peleaban por el liderazgo del grupo completo, pero en si, todos tenian la misma autoridad para proponer planes de ataque, lo unico que querian en realidad era un territorio donde habitar pero el problema era, quien seria el lider.
La pelea por el liderazgo se prolongo por años, siglos, milenios, habia transcurrido mas tiempo del que se habia estimado, mediante le paso del tiempo, los demonios iban decendiendo en amobos bandos, drasticamente iban perdiendo miembros tanto fuertes como debiles, era una guerra al parecer en esos momentos como interminable, nadie queria ceder a pesar de que ambos lados se iban debilitando lentamente, era el unico territorio libre por lo mismo la gran mayoria habia comenzado a desear el mismo puesto, pero solo uno podria tenerlo.
El campo de batalla se habia convertido en un cementerio, los restos de demonio se podian ver esparcidos por todas partes, en el aire se podia percibir el olor a sangre y putrefaccion, la vegetacion se habia enegrecido debido a la sangre cuagulada sobre ella, toda señal de vida habia desaparecido ademas de los demonios que aun estaban ahi.
Como medida de desesperacion por aun no decidir quien seria el lider supremo ambos clanes quedaron en tener una ultima batalla para de esa forma elegirlo aunque los sobrevivientes fuesen solo dos, el dia de la batalla comenzaron el ataque los del clan Irfen, al ser los mas desesperados no pudieron conterese por no querer perder el tiempo.
Fue una total masacre , mientras peleaban se podia ver las cabezas de los demonios mas debiles salir volando para todas partes, brazos, alas, piernas y demas, eran arrancados de forma despiadada. El Cielo se habia tornado completamente rojo por la sangre de los demonios masacrados en el aire, daba la impresion de que estaba lloviendo sangre.
Despues de varios dias, el numero de demonios combatiendo habia descendido drasticamente a unos cuantos, podria decir que eran menos de veinte. En una de las zonas menos concurridas de batallas, se encontraban dos demonios peleando fevorosamente, usaban sus metodos mas sadicos pero ninguno iba a permitirse morir a manos del otro, el impacto de sus ataques hacia vibrar el suelo a pesar de que no eran muy fuertes.
Debido a las heridas y a lo debil que se encontraba, uno de los demonios cayo al suelo quedando a merced del otro, el cual se acerco lentamente a su victima, levanto el brazo y en su mano aparecio una especie de humo negro con un extraño brillo rojizo, era su oportunidad de eliminar a su contrincante pero despues de unos segundos por algun motivo se retracto y dio dos pasos hacia atras.
Un momento despues cuatro demonios llegaron volando a donde estaban ellos, aterrizaron detras del demonio que aun estaba de pie, al parecer eran aliados.
-Hemos ganado.
El demonio mas bajo de los cuatro exclamo con gran animo, el clan Zurpa habia sido el ganador y el unico sobreviviente por parte de el clan Irfen, era el demonio que estaba tirado en el suelo.
-Solo nos queda este.
Menciono el mas cercano a el que estaba frente al demonio caido.
-Dejalo.
-Que quieres decir Volkiness?
-Que hemos ganado y somos mas que él, ademas no creo que tarde en morir y en el estado en el que se encuentra no representa ninguna amenaza.
El demonio al que llamaron Volkiness dio la orden de irse pero antes de hacerlo definitivamente, aclaro que ya no tenia sentido quedarse en ese sitio por ser tan pocos y sin oportunidad ni posibilidades de replorar. Ordeno que todos tendrian que irse por rumbos diferentes y que si se volvian a encontrar aunque fuese por simple casualidad, por lo menos uno tenia que morir, sin importar que hallan sido parte del mismo clan en esta batalla. Los cuatro demonios detras de Volkiness aceptaron sin decir nada e inmediatamente se fueron volando en diferentes direcciones, el demonio en el suelo intentaba levantarse pero se le dificultaba por lo mal herido que habia quedado.
-¿Por que?
-No te pienso responder eso, pero si te voy a decir que lo que acabo de ordenar a esos cuatro, tambien va para ti, asi que preparate Azkra, por que la proxima que nos encontremos, no volvere a tener compasion por tu vida.
Al terminar de decirlo se fue volando a gran velocidad perdiendose entre las rojas nubes en el cielo dejando a Azkra aun tratando de levantarse.
De ese dia a la fecha no habia vuelto a saber de ninguno de ellos, pero hace tiempo me tope con uno i e mantenido contacto con el, no de manera directa pero podria decirse que me encontro o que yo le encontre, no me recuerda, quiza por todo el tiempo que a pasado desde ese dia me olvido y la verdad asi estoy conforme.
By:
Ades
Asakura (Azkra)
Ades
Asakura (Azkra)
Hay grandes posibilidades de que si llega a leer esto, Volkiness recuerde su amenaza y en cuanto me vea la, la cumpla.
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