Aleera seguia en el mismo edificio, observando la ciudad sin mirar nada en especial. Aun seguia preguntandose como es que alguien pudiera tener tanto poder como para lastimar a alguien sin tocarlo, sin verlo y sin estar cerca, porque antes de sentir la presion sobre su pecho y el dolor en su cabeza, no habia sentido la presencia de nadie mas aparte de la del criminal que estaba a punto de llevar a la justicia. "No sé quien seas ni que es lo que tramas, pero ten por seguro que lo impedire" Dijo Aleera con molestia, colocando la mano rapidamente sobre su pecho. El dolor volvia. "Que paso Aleera, te duele el pecho?" Pregunto una voz de un hombre, detras de ella. Aleera se dio la vuelta con brusquedad pero solo vio una siluetaque se ocultaba tras las sombras. La silueta salio de la oscuridad pero Aleera no alcanzo a ver el rostro porque su vista se volvio borrosa. "Eres mas linda de lo que me habian dicho" Comento el hombre, que camino hasta quedar frente a ella para tomar su barbilla y acariciarle el rostro "Que piel tan suave" "Qui... quien eres?" Pregunto Aleera entrecortadamente. "Mi nombre es..." El hombre hizo una pausa y sonrio "Tendras que descubrirlo por tu cuenta" "Por que?" Espeto Aleera, el dolor en su pecho habia desaparecido pero su vista seguia borrosa y aunque solo necesitaba escucharlo para atacar, algo se lo impedia. "Por que eso hara mas entretenido nuestro juego" Contesto el, tomando la mano de la chica "Un juego en el que el vencedor ya fue elegido, pero depende de ti cambiarlo" Aleera podia sentir la calidez de la mano de su acompañante, pero no podia hacer que la soltara, era agradable esa sensacion, algo que hacia mucho tiempo que no sentia. Pero el no era mas que un criminal y tenia qye llevarlo a la justicia pero, Es posible encarcelar a alguien con tal poder como el de él? "Nada me gustaria mas que tenerte a mi lado y dominar juntos este mindo decadente" Beso su mano y la solto, liberandola de su paralisis y de su vision borrosa tambien "Por desgracia, nuestros bandos ya estan marcados" Aleera lo vio fijamente, era un poco mas alto que ella, de cabello un poco largo y ojos color negro, por el cubreboca que traia puesto, no logro apreciar nada mas, pero podia ver que era alguien joven, tal vez de su edad o tal vez mayor que ella. "Por que ocultas tu rostro?" Pregunto Aleera, desafiante "Acaso temes que lo vea?" "Claro que no temo" Sonrio el hombre "Lo oculto porque asi tardaras mas en saber mi nombre pero confio en que a pesar de eso lo descubriras pronto" "Que clase de criminal eres?" Se burlo Aleera "Todo lo que me has dicho indica que quieres que te atrape" "No soy un criminal" Contesto el, negando con la cabeza tambien "Yo no mato ni robo, yo solo soy un conquistador, un dios que ha venido a cambiar el mindo para poder volverlo mas pacifico" Explico, caminando hacia la orilla del edificio. "Tal vez si lo lanzo del edificio no pueda salvarse" Penso Aleera, mirandolo fijamente. "Crees que funcione?" Pregunto, mirandola con una sonrisa de complicidad en su rostro "Que cosa?" "Lanzarme del edificio" Contesto él " Olvide decirtelo, no puedo leer la mente pero puedo saber en que estan pensando las personas con verles la mirada" Aleera abrio los ojos sorprendida. Ese hombre era mucho mas poderoso de lo que creia. "En fin, fue un gusto conocerte, bella Aleera, pero me tengo que ir" Comento él, parandose justo en la orilla. "Quien dijo que te iba a dejar ir?" Agrego Aleera, preparandose para atacarlo. "El destino" El hombre sonrio y una fuerte rafaga se solto, obligando a Aleera a cerrar los ojos y a cubrirse el rostro con los brazos. Cuando los volvio a abrir, él ya no estaba, la habia dejado sola con la duda de quien era y que tramaba, como al principio.
-Por lo que yo había visto, jamas creí que te gustara leer o escribir- Comento Naomi, mientras caminaban sobre el pasto, detrás del edificio donde era la convención- También había creído que eras de esos chavos a los que todo les vale madre.
- En ese aspecto te equivocas- Corrigió Gabriel, sonriendo.
Ambos llevaban largo rato caminando de un lado a otro. Platicando sobre ellos mismos para conocerse un poco mas, pero ninguno se atrevía a preguntar lo que realmente querían saber.
-Por que lo dices?- Pregunto Naomi desconcertada.
- Porque la verdad a mi todo me tiene sin cuidado- Contesto Gabriel- Lo único que no me vale es aquello que me gusta o lo que me interesa.
-Oh, vaya, entonces no eres del todo valemadrista- Comento Naomi, pensativa.
-No.
-Yo te intereso?- Pregunto Naomi de golpe.
-En que sentido?
-No lo se, Cuantos sentidos hay?
-Son varios pero, Cual quieres saber?
-El que me aclare que es lo que quiero saber.
-Rayos!- Exclamo Gabriel, sonriendo- Eres buena para no dar respuestas directas.
-Eso es malo? Te molesta?- Pregunto Naomi, mirándolo con extrañeza.
Antes de hablar, Gabriel se detuvo y le señalo un lugar en el pasto a Naomi. Camino hacia ese lugar y se sentó, seguido de su compañera.
-No es malo y tampoco me molesta- Contesto Gabriel, acercándose disimuladamente a Naomi- Es todo lo contrario.
-Te agrada?
-Si, es divertido que no me digas lo que quiero saber y me obligues a hacer mas preguntas que me dejen al descubierto y por ende, te enteres de que he sido afectado por una incontrolable simpatía hacia tu persona- Comento Gabriel, sonriendo. Confiado en que Naomi no entendería la complejidad de sus palabras.
-Quieres decir que te gusto?- Pregunto Naomi, confundida.
-Entendiste?- Pregunto Gabriel mas que sorprendido.
-Solo un poco pero, Si era eso a lo que te referías?- Insistió Naomi con interés.
Gabriel miro hacia todos lados tratando de inventar un argumento que confundiera a Naomi, para no decirle que si y poder lograr que ella siguiera preguntas con tal de saberlo, pero por mas que pensó no se le ocurrió nada que pudiera hacer eso.
-Atrapado- Admitió Gabriel, resignado.
-En serio te gusto?- Pregunto Naomi, incrédula.
-Si- Afirmo Gabriel- Y si tu no me correspondes, es mejor que me lo digas de una vez para no seguir haciendo el ridículo.
-No te preocupes, no lo estas haciendo- Dijo Naomi tomándolo de la mano- Porque si no me gustaras, no estaría aquí desde un principio.
-Tie... También te gusto?- Pregunto Gabriel, mirándola con asombro.
Naomi asintió con la cabeza mirándolo fijamente, con semblante de gran inocencia, casi angelical.
Gabriel se sentó de frente a Naomi tan cerca como le fue posible, la tomo de amabas manos, mirándola también fijamente pero sin poder nada en ese preciso momento. De repente, una de sus manos se dirigió a el rostro de ella para acariciarlo, sin siquiera haberlo planeado. Como si su cuerpo estuviera actuando por voluntad propia al ver que el no hacia nada.
Naomi se extraño por la acción pero no se lo impidió. La mano de el se sentía suave y cálida. Las caricias eran lentas y delicada.
-En ese caso- Dijo Gabriel, tomando la barbilla de Naomi-No creo que haya problema si hago esto, Verdad?.
-Hacer que?- Pregunto Naomi extrañada.
Sin necesidad de usar palabras, supo cual era la respuesta al sentir los labios de Gabriel junto a los suyos. Moviendose lentamente, sintiéndose cálidos, volviéndose lentamente en una sensacion de placer. Placer que los haría desear que ese momento fuera grabado en todos os medios posibles para qe nadie pudiera olvidarlo, ni siquiera ellos, si es que así lo quisieran.
Durante un momento, se interrumpieron para ponerse de pie y estar mas cómodos. Aunque la diferencia de estaturas era mucha, pero Gabriel supo como acomodarse para quedar iguales, y una vez acomodados, volvieron a unir sus labios.
Las manos de Gabriel encontraron la cintura de Naomi y después de acercarla mas a el, ahí se quedaron. En cambio las de ella, comenzaron jugando con el cabello de el y terminaron fijándose alrededor de su rostro con gran suavidad. Cada cierto tiempo se detenían para intercambiar miradas, sonreirse y luego continuaban con su juego de labios.
-Que va a pasar entre nosotros de ahora en adelante?- Pregunto Naomi, mirando a los ojos a Gabriel. Con sus brazos alrededor de su cuello.
-Me encantaría que eso lo desidieras tu- Contesto Gabriel, pensativo. Recargando su frente sobre la de ella- Pero antes de empezar algo contigo, debo terminar algo que por el momento tengo pendiente.
-Que clase de pendiente?- Inquirio Naomi, extrañada.
-Uno que por el bien de todos es mejor no dejar que siga creciendo- Contesto Gabriel con gran seriedad en su voz y en su mirada.
-Entonces terminalo y la próxima vez que nos veamos, te digo mi desicion- Dijo Naomi, sonriendo.
Gabriel correspondió la sonrisa y casi de inmediato volvieron a darse un beso.
-Como pierden el tiempo- Ironizo Genevieve.
-Nada mas lo que se debe- Dijo Gabriel, luego de terminar el beso con Naomi y sujetandola para que no se apartara de el.
-Perdon por interrumpir pero ya me tengo que ir, Te vas conmigo o te quedas?- Pregunto Genevieve.
-Me voy contigo- Contesto Gabriel casi de inmediato.
Los tres comenzaron a caminar hacia la entrada del evento para que Naomi fuera a con los demas compañeros que habian ido con ellos. Durante el corto camino, Gabriel y Naomi se fueron tomados de la mano aunque todavia no eran nada oficialmente.
En la entrada, Gabriel se despidio de Naomi con un beso y luego de que ella entro al edificio del evento, Genevieve y el, comenzaron a caminar hacia la salida del estacionamiento.
-Nos interrumpiste a proposito verdad?-Pregunto Gabriel con tono suspicaz.
-Yo?!, no como crees- Dijo Genevieve con sarcasmo.
-Eso crei.
Los dos se soltaron riendo y continuaron platicando hasta salir del estacionamiento para tomar el autobus e irse a su casa.
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Lord Pain
Aleera es una muchacha ke defiende al mundo de seres lascivos y criminales una heroína ke sin duda alguna terminara con el mal de la suya ciudad (inventada claro)
i ke nada ni nadie le puede acer frente ante su magnifica fuerza, inteligencia he inigualable belleza entonces todo va bien, el mal le teme, la ciudad esta trankila i la gente se siente seguro de saber ke ay alguien ke sale por las noches para defender cualquier injusticia o aprovechamiento de unas personas sobre otras hasta ke de repente, todos los maleantes ke comenzaba a atrapar leer, comenzaron a darle advertencias de ke se detuviera antes de ke se convirtiera en un obstáculo para alguien mas poderoso ke ella alguien ke no seria una persona fácil de vencer o kiza imposible de acerlo pero Aleera, confiando en su fuerza y en todo lo ke su maestro le hubo enseñado antes de ser asesinado por un ser desconocido sabia ke no existían persona ke pudiera igualarse a ella en lo ke a combate se refería, pero algo en las palabras de los bandidos no le permitían estar completa mente trankila.
"ten cuidado, si no dejas ke el mal siga su curso, te convertirás en una molestia para la persona ke me contrato" le dijo un asaltante hacia unas horas " no sabes ke clase de maldad es la ke tiene, es mas ni sikiera te imaginas ke es lo ke puede acr cuando no muestra limite alguno en su sadismo"
Aleera cavilo un momento antes de lograr articular palabra
"No me importa ke tan cruel sea tu jefe en esta ciudad no existe persona ke pueda igualar mi fuerza, ni sikiera el aunke tuviera oportunidad de tenerla" desafió Aleera antes de tomar al asaltante por el cuello " Te dejare ir para ke le dijeras a tu jefe ke aki estaré para frustrar cualquier plan malvado ke se le ocurra"
El asaltante rió. Tal vez por los nervios, kiza se esta volviendo loco al verse en la posibilidad de ser llevado ante la justicia i el castigo ke le impondrían por su larga lista de delitos
"No solo deberás temerle a su crueldad, el pose una extraño poder ke en mi vida avía visto, una especia de magia ke puede afectar a las personas aun cuando el se encuentra a gran distancia del lugar no t imaginas ke es lo ke el podría acerté en este momento, " Se vurlo el asaltante, mostrando una mirada llena de lujuria mientras observaba el cuerpo de su opresora " Ten cuidado con lo ke aces, por ke si lo desafías, tal vez sea lo ultimo ke agas en tu vida o kiza el te elija para algún otro propósito"
Como por arte de magia, en cuanto el asaltante termino su frase, una punzada de dolor inimaginable ataco a Aleera. La joven sentía como si su cabeza fuerza arponada por cientos de agujas, además de un gran ardor en su cráneo ke parecía ke pronto le explotaría. Sin poder seguir sosteniendose en pie, Aleera callo de rodillas, soltando al delincuente, quien sin perder tiempo, huyo de el callejon sin mirar atras.
""No solo deberás temerle a su crueldad, el pose una extraño poder ke en mi vida avía visto, una especia de magia ke puede afectar a las personas aun cuando el se encuentra a gran distancia del lugar""" recordó Aleera, mientras se acomodava en la orilla del edificio mas alto de la ciudad, tratando de localizar a kien la ataco sin sikiera tocarla, akella persona ke pudo herirla sin usar un arma.
Fuese kien fuese, ella lo encontraria, y pese a las advertencias, no tenia duda en ke lo iba a vencer i llevarlo ante la justicia o de ser necesario... Matarlo.
