Fragmento

La lluvia había comenzado casi desde que el solo salio y durante el transcurso de el día no se detuvo ni por un solo momento. Fuera de los limites de la ciudad todo estaba inundado. El lodo que se había formado, era demasiado blando. Resultaba imposible dar un paso sobre él, sin que el pie se hundiera por lo menos cinco centímetros.

El cielo estaba cubierto completamente de enormes nubes color negro grisáceo. Por sobre ellas, se podía ver el resplandor de los truenos que lograban hacer vibrar el suelo, aparentado pequeños temblores.

Durante varios lapsos de tiempo, unos mas extensos que otros, la lluvia se arreciaba considerablemente. Las gotas de agua caían golpeaban las hojas de los arboles con la suficiente fuerza como para arrancarlas de las ramas y las gotas que impactaban directamente en el suelo, formaban pequeños huecos en el lodo pese a que todo estaba encharcado.

-¿Que haré?- Se preguntó Sinister agitando su espada como si estuviera atacando a alguien.

El muchacho estaba empapado. Pero sin tomarle importancia seguía entrenando. Aunque solo o hacia para dejar despejar su mente y poder pensar mas claramente.

Había pasado una semana desde el ultimo ataque de vampiros y a pesar de que con dicho acto, lo querían presionar, aun no decidía que es lo que iba a hacer. Se encontraba en un dilema: Traicionar a su ciudad. La que no solo le había dado protección y un lugar para vivir cuando mas lo necesitaba, sino que también, había jurado protegerla a cualquier costo el día en que se volvió cazador.

O ir a con el padre de Aleksandra y retractarse de sus palabras. Perdiendo la oportunidad de casarse con ella y mostrarse como un cobarde. ¿Acaso no existía otra manera para que le permitieran casarse con Aleksandra? ¿Era muy necesario tener que matar al Rey de los Cazadores?

-Amo a Aleksandra, pero sin duda le debo mucho a esta ciudad- Dijo al momento de mover con gran rapidez su espada de un lado a otro.

De repente un gran relámpago atravesó el cielo e inmediatamente, un potente trueno se dejo oír. El árbol frente a Sinister se derrumbo en el momento del temblor que provoco el estruendo. Había cortado el tronco por la mitad y por el temblor que se origino del trueno, cayó con mas rapidez de la que normalmente lo hubiera hecho.

La frustracion y el desespero comenzaron a invadirlo. La elección sin duda era muy difícil. Tenia que arriesgar una cosa para lograr conservar la otra.

Si escogía su ciudad. No solo perdería a Aleksandra, sino que también perdería su vida por no cumplir con su promesa, y si escogía a su amada. Perdería su ciudad. Ellos, sin un rey, no lograrían hacer mucho ante un nuevo ataque de vampiros.

No dudaba de las habilidades de los cazadores, pero si los vampiros atacaban. Sin un rey,. Era seguro que Gerhard también formaría parte del ataque, sintiéndose seguro por la gran ventaja que obtendría sin la presencia de Nitgard para Defender el lugar.

¿Que podría hacer? ¿A que le tenia mas aprecio? ¿Que es lo que mas deseaba conservar?